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Sudamérica se ilusiona con muchas cartas hacia la Breeders' Cup

  • Foto del escritor: Turf Diario
    Turf Diario
  • 13 ago
  • 3 Min. de lectura

Argentina, Chile, Perú y Uruguay ya tienen caballos trabajando en Estados Unidos para el gran festival de Del Mar, con campeones y figuras que apuntan a distintas pruebas


Sarawak Rim ya varea a las órdenes de Ignacio Correas (h.) en Keeneland / JUAN I. BOZZELLO
Sarawak Rim ya varea a las órdenes de Ignacio Correas (h.) en Keeneland / JUAN I. BOZZELLO

Por Diego H. Mitagstein

La Breeders’ Cup siempre fue una meta soñada para el turf sudamericano, un desafío mayúsculo que, con los años, dejó de ser una quimera para convertirse en un objetivo al alcance de la mano y, en muchos casos, repetido. Desde la inolvidable doble hazaña de Bayakoa (Consultant's Bid) hasta los triunfos más recientes de estrellas como Paseana (Ahmad), Invasor (Candy Stripes), Calidoscopio (Luhuk), Blue Prize (Pure Prize) o FullSerrano (Full Mast), el continente ha sabido dejar huella en el máximo escenario internacional. Y en este 2025, esa presencia promete ser más numerosa y ambiciosa que nunca.

En las últimas semanas, varios protagonistas de las pistas sudamericanas han desembarcado en Estados Unidos con la mira puesta en las pruebas más relevantes del festival que se disputará el 31 de octubre y el 1 de noviembre en Del Mar. El grupo es variado, de distintas edades, distancias y procedencias, pero con un denominador común: la calidad suficiente como para soñar en grande.

Una de las primeras en llegar fue Sarawak Rim (Remote), la yegua argentina que en mayo se consagró en el Gran Premio Criadores (G1) de Palermo y con ello aseguró su pase para el Breeders’ Cup Distaff (G1). Al cuidado de Ignacio Correas (h.), el mismo preparador que en 2019 llevó a la victoria a la también argentina Blue Prize en esa misma prueba, la zaina ya se encuentra vareando en Keeneland y adaptándose a su nueva rutina en tierras estadounidenses.

Desde Perú arribó La Kika, heroína del tradicional Clásico Pamplona (G1) en Monterrico y clasificada para el Breeders’ Cup Filly & Mare Turf (G1). La hija de Badge of Silver fue confiada al californiano Doug O’Neill, que ya adelantó que el chileno Héctor Berríos sería su jockey en Del Mar. Velocidad y cambio de ritmo son sus cartas, y el césped californiano podría ser un aliado ideal.

Uruguay también dirá presente. El potrillo Touch of Destiny (Overanalyze), figura en Maroñas y ganador clásico en su campaña temprana, ya se encuentra bajo la batuta de Michael McCarthy en Del Mar. Su objetivo es el Breeders’ Cup Dirt Mile (G1), una carrera que en 2024 tuvo dueño sudamericano: el argentino Full Serrano (Full Mandate). Este último, precisamente, también prepara su retorno: el pupilo de John Sadler está listo para reprisar y su equipo apunta a dar el salto hacia el Breeders’ Cup Classic (G1).

El turf chileno tiene a Richi (Practical Joke), de gran campaña esta temporada en el norte, yegua versátil que podría optar por el Filly & Mare Sprint (G1) o bien probar suerte en el Distaff (G1), donde Thorpedo Anna (Fast Anna) es candidata. 

El otro crédito chileno que se suma a la aventura es Gran Oriente (Classic Empire), ganador del prestigioso Clásico Club Hípico de Santiago-Falabella (G1), prueba que le dio el boleto directo al Breeders’ Cup Mile (G1). Al cuidado de Marcelo Polanco en California, el zaino tendrá por delante el desafío de adaptarse al intenso ritmo del turf norteamericano, donde la milla es sinónimo de vértigo puro.

En conjunto, el contingente sudamericano para la Breeders’ Cup 2025 no sólo crece en número, sino que también exhibe un nivel competitivo que invita a ilusionarse. Argentina, Chile, Perú y Uruguay confluyen con nombres probados, algunos ya campeones internacionales y otros con proyección de sobra para brillar en el gran festival.

Eso sin contar la amplia legión que trabaja para ganarse un lugar en la serie de carreras más importante del mundo, que son muchos...

La historia dice que los caballos criados al sur del continente pueden medirse de igual a igual con los mejores del mundo cuando las circunstancias son propicias. En noviembre, Del Mar podría ser testigo de un nuevo capítulo de esa tradición, con la bandera sudamericana flameando bien alto en el horizonte.

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