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El espectáculo que dieron Nysos y Citizen Bull hizo olvidar las decepciones sudamericanas

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    Turf Diario
  • hace 38 minutos
  • 3 Min. de lectura

Los dos caballos de Baffert regalaron un Dirt Mile maravilloso, en el que el argentino Full Serrano fue apenas quinto y el uruguayo Touch of Destiny cerró la marcha


Nysos (izq.) y Citizen Bull ofrecieron el mejor final de la serie / BREEDERS' CUP
Nysos (izq.) y Citizen Bull ofrecieron el mejor final de la serie / BREEDERS' CUP

Por Diego H. Mitagstein (Enviado especial de Turf Diario a Del Mar, California, Estados Unidos)

DEL MAR, California (De un enviado especial).- El Breeders’ Cup Dirt Mile (G1) tuvo aroma a nombre propio. Nysos, en los colores de Baoma Corp., terminó imponiéndose por apenas una cabeza sobre su compañero de entrenamiento y campeón Citizen Bull (Into Mischief), en un final vibrante que dejó a Bob Baffert con emociones cruzadas… y con su victoria número 21 en el festival, igualando nada menos que a Aidan O’Brien en la cima histórica.

Con Flavien Prat en sus riendas, el hijo de Nyquist y Zetta Z (Bernardini) recorrió la milla en un tiempo de 1m34s71/100 sobre pista rápida, consiguiendo su primer triunfo de G1 y el sexto de su campaña en sólo siete salidas. El valioso premio de US$ 520.000 elevó sus ganancias a US$ 1.118.500.

La contracara fueron los dos caballos sudamericanos en la prueba. Por un lado, el argentino Full Serrano (Full Mast) esta vez no pudo marcar la pauta, vino corriendo la carrera, pero a partir del codo ya no fue peligroso, cerrando quinto a 12 1/2 cuerpos del ganador. Será cuestión de seguir adelante y buscar revancha, pues su talento sigue intacto; cuando hay caballos mejores, no hay nada que reprocharse.

Por su parte, el uruguayo Touch of Destiny fue último a casi 40 cuerpos, después de un desarrollo en el que se adoptó la única táctica que había que esquivar: salir a pelear adelante con caballos de una velocidad diferente. Lo pagó caro el tordillo -notoriamente con muchos kilos de menos-, que se paró en el opuesto y cruzó al tranco.

Barajar y dar de nuevo será la forma de pensar con el hijo de Midshipman. Michael McCarthy, su preparador, deberá pensar en recuperarlo, darle su tiempo y la puesta a punto ideal, comenzando desde más abajo en la exigencia.

Mientras Citizen Bull, el campeón del Breeders’ Cup Juvenile (G1) del año último, se hacía fuerte en la delantera presionado por Full Serrano  -el ganador de la edición anterior- y Touch of Destiny, Prat dejaba correr a Nysos por dentro, cuidando energías. Pasados los 800 metros, el francés salió del encierro, se fue a buscar al puntero y, tras una lucha sin tregua, recién en los metros finales consiguió quebrarlo.

“¡Tendría que haber sido un empate!”, exclamó entre risas Baffert, que presentó a los dos protagonistas. “Sabía que iba a ganar. Citizen Bull volvió a correr como el campeón que es, y Nysos, que no competía hacía un tiempo, demostró su clase. Fue su primer G1, muchos lo veían como un fenómeno, y hoy lo confirmó. Fue una carrera increíble… una lástima que uno de los dos tuviera que perder”.

Por su parte, Prat explicó: “Tuve un buen recorrido. El ritmo fue muy fuerte, pero pude avanzar tranquilo. Cuando salí a la recta y quedé en claro, pensé que tenía el control, aunque Citizen Bull me exigió hasta el final. Cruzando el disco creí que había ganado, pero no estaba tan seguro... fue muy parejo”.

Entre dos cracks formados bajo la misma mano experta, Nysos terminó quedándose con una Dirt Mile de alto voltaje, que reafirmó el dominio de Baffert en la pista y en la historia de la Breeders’ Cup.



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