El trabajo de equipo rindió los mejores dividendos para el éxito de Knows All

Diego Peña, Brian Enrique, Hernán Gasibe y Juan Garat se unieron en los festejos, aportando cada uno su granito de arena

El equipo de Knows All tocó el cielo con las manos / JUAN I. BOZZELLO

Por Diego H. Mitagstein

La Copa de Plata (G1) volvió a ofrecer una historia de esas que el turf valora en toda su dimensión. En el césped de San Isidro, Knows All encontró su gran tarde y selló una consagración largamente buscada, transformando potencial y constancia en un triunfo mayor que la posiciona definitivamente en la elite de las yeguas adultas.

La victoria fue el resultado de un proceso paciente, de decisiones bien tomadas y de un segundo semestre que rozó la perfección. Así lo resumió Diego Peña, responsable de su preparación, con satisfacción: “Fue una alegría bárbara. La yegua llegaba bien y era la carrera para consagrarla como mejor yegua adulta; estaba 10 puntos. Siempre tuvo un temita de salud que ahora logró superar y por eso su segundo semestre fue espectacular”, explicó.

El entrenador también destacó un factor clave en el camino al éxito: el respaldo del propietario. “Cuando te dan tiempo para trabajar, las cosas se dan mejor”, señaló, al tiempo que reveló que el plan original contemplaba incluso un desafío mayor. “Barajamos la idea de correrla el Pellegrini, pero como Moon Frank (Gidu) se vendió, apuntamos directo a la Copa de Plata”, agregó.

En la silla de la hija de Le Blues, Brian Enrique volvió a exhibir su enorme capacidad para interpretar carreras de alto voltaje. Convencido desde días antes, no dudó en anticipar lo que finalmente ocurrió. “Había dicho toda la semana que iba a ganar, porque la yegua estaba en gran forma, y lo demostró”, afirmó. Su planteo fue tan simple como efectivo: “Sabemos que atropella fuerte y buscamos sacar provecho de esa condición”, remarcó, agradeciendo además “a todo el equipo por el trabajo que hizo”.

Detrás del resultado también hay una estructura sólida y un vínculo humano que atraviesa los años. Hernán Gasibe, manager, puso en palabras ese recorrido compartido. “Toda mi vida hípica transcurrió a la par de Juan -Garat-, y es un orgullo poder trabajar con él. Desde el primer minuto me abrió las puertas, y entre los dos nos vamos alimentando de información”, contó. El respaldo institucional fue otro pilar: “Gran Muñeca es un haras con una cabeza que tiene muchas ganas de hacer las cosas bien y que pone todo para eso. Me da un montón de libertad para trabajar, y me hace muy feliz llegar a estos éxitos juntos”. El objetivo, claro, está bien definido: “Queremos este tipo de triunfos, y, por suerte, se nos están dando”.

Por su parte, el propio Juan Garat, también manager, aportó una mirada tan técnica como emocional. “Las carreras siempre son difíciles. Ella es una muy buena yegua y que llegaba en óptimas condiciones”, analizó, sin esquivar el contexto de la competencia. “Sin dudas que se facilitó todo con la salida de Charm, pero por la forma en que ganó, me hubiera gustado enfrentarla”, confesó. La clave, según su visión, estuvo en la paciencia: “Hay que esperarla lo más posible para que finalice como lo hizo esta vez. Se la llevó de a poco y ahora se consagra”.

El cierre tuvo inevitablemente un tono íntimo y de gratitud. “El turf es mi vida, siempre estuve en esto; la suerte me acompañó siempre y ahora poder compartir esto con Hernán es lo máximo”, concluyó Garat.

Así, Knows All escribió la página más importante de su campaña. No fue sólo una victoria de G1: fue la confirmación de una yegua, de un equipo y de un proyecto que siempre sabe esperar el momento justo para brillar en grande.