Gustavo Calvente cerró un año estupendo, con 5 triunfos de G1 y 2 en el exterior
- Turf Diario
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El jinete coronó un 2025 brillante guiando a Earth God en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1)

Por Diego H. Mitagstein
No fue una victoria más la que consiguió Earth God el sábado en el Gran Premio Joaquín S. de Anchorena (G1), en el Hipódromo de San Isidro, dentro de la estupenda jornada del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1). El éxito tuvo un valor especial, porque significó el broche perfecto para un año excepcional de Gustavo Calvente, uno de los profesionales más consistentes y respetados del turf argentino y sudamericano, que en 2025 logró afirmarse como protagonista absoluto tanto a nivel local como internacional.
La temporada había comenzado de manera inmejorable para el jinete, cuando en Maroñas, Uruguay, se impuso en el Gran Premio José Pedro Ramírez (G1) con El Kodigo, una actuación consagratoria que luego tendría proyección global, llevando al hijo de Equal Stripes nada menos que a competir en la Saudi Cup (G1), en Riyadh, Arabia Saudita, el evento de mayor bolsa del planeta. Aquella victoria en Montevideo marcó el punto de partida de un año que no dejó de sumar hitos.
El calendario siguió ampliando fronteras y Calvente volvió a lucirse en Perú, donde se adjudicó el Derby Nacional (G1) con el chileno Khamal (Mendelssohn) -con el que antes había triunfado en el Ricardo Ortíz de Zevallos (G2), también en Monterrico-, ratificando su enorme capacidad de adaptación y su vigencia en los grandes escenarios del continente. La contundencia de ese triunfo confirmó que lo suyo no era una racha pasajera, sino el reflejo de una madurez profesional plena.
Ya en la Argentina, los grandes impactos también llegaron. Con Acento Final (Treasure Beach), el jinete se quedó con la Copa de Oro (G1) en San Isidro, una de las pruebas más exigentes del calendario para los fondistas adultos, mostrando una vez más su lectura precisa de carrera y su templanza en momentos decisivos.
Y, como si fuera poco, Earth God se transformó en otro de sus grandes aliados: primero con la victoria en el Gran Premio Palermo (G1) y luego con la consagración definitiva en el Anchorena, cerrando un año que rozó la perfección.
El sábado, tras cruzar el disco en San Isidro, Calvente habló con Global Media Turf sobre la actuación del hijo de Cosmic Trigger, visiblemente emocionado y acompañado por sus hijos Olivia y Rocco, dejando sensaciones que reflejaron no sólo el éxito deportivo, sino también el costado humano de una temporada inolvidable.
“Hizo mucho calor, fue un día agobiante y con muchas carreras, pero estoy con mis hijos, mi sobrina, con ellos es todo más fácil”, expresó, destacando el valor de la familia en un contexto de máxima exigencia.
Sobre el desarrollo del Anchorena y la actuación de Earth God, explicó: “Tuve un gran caballo, que vino siempre corriendo muy fácil y con un buen desarrollo. Salieron ligero, pero la idea nuestra era correr tranquilos, no meternos en el fuego. Arriba remató muy bien, es muy guapo”.
Finalmente, al poner en perspectiva lo vivido durante 2025, Calvente fue tan sincero como contundente: “Es un año bárbaro, extraordinario, que será muy difícil de repetir”.
Palabras que resumen a la perfección una temporada de alto impacto, en la que Gustavo Calvente dejó su sello en los grandes premios del continente y se permitió soñar en grande, sabiendo que 2025 quedará grabado para siempre como uno de los capítulos más brillantes de su carrera.

