Labanca y Balmaceda, una sociedad que sigue cosechando

Entrenador y jockey alcanzaron una notable victoria con Sono Perfetto en el Clásico Provincia de Buenos Aires (G2)

En el centro de la escena, Balmaceda y Labanca, felices / HLP

LA PLATA.- El turf tiene esas historias que parecen escritas para repetirse. Omar Labanca y Lautaro Balmaceda se conocen de memoria, saben cuándo hablar y cuándo dejar que el caballo diga todo por ellos. Como viene sucediendo desde hace ya un tiempo, volvieron a hacer pareja para otro resultado de los buenos: el triunfo de Sono Perfetto en el Clásico Provincia de Buenos Aires (G2), punto final de la Triple Corona de La Plata.

En una tarde vibrante en el Bosque, Sono Perfetto ratificó su calidad y su coraje para resistir el embate de Winston (Forge) y coronarse como el mejor 3 años. Con la conducción precisa de Balmaceda y la preparación ajustada de Labanca, el hijo del crack Tetaze se impuso tras un desarrollo intenso, donde el rigor y la inteligencia jugaron papeles tan importantes como la garra.

“Me ayudó toda la carrera, pero en el derecho se puso brava la cosa, porque Kevin (Banegas) me fue a buscar temprano con Winston, que, para mí, eran con Sono Perfetto los dos más bravos. Por suerte pudimos cruzar adelante”, contó Lautaro Balmaceda, todavía con la adrenalina de la lucha, a Daniel Sinegub para la transmisión local.

“Son muy parejos, Kevin tiene mucho rigor y me hizo trabajar un poquito. Pero el potrillo puso corazón, que es lo que le sobra. Habíamos hablado de correr de esta manera, y por suerte salió todo como lo planeamos”, agregó el jockey, destacando la valentía de su compañero de cuatro patas.

Por su parte, Omar Labanca no ocultó su satisfacción. La suya es una sonrisa medida, la de quien sabe lo que cuesta llegar y lo mucho que vale mantenerse.

“Estoy muy contento por el resultado, porque se lo merecía el caballo y nosotros también. No sintió la carrera anterior, y eso te ayuda a esta altura de la temporada con un potrillo. Llegaba bárbaro, con una buena partida. La idea era correr al frente y tuvimos suerte de que las cosas se dieran bien. Es guapo de por sí, pero confieso que guapeó un poquito más de lo que yo esperaba”, comentó el entrenador.

El futuro inmediato no da respiro. Labanca ya piensa en lo que viene, aunque por ahora prefiere disfrutar el momento: “Ahora se viene una programación exigente, porque tenemos el Dardo Rocha por delante. Vamos a disfrutar esto, charlar con los propietarios y, probablemente, nos quedemos acá para apuntar a esa carrera. Aunque lo hablaremos. También vendremos con Storm Sound para el González y esperemos que los dos lleguen bien”, adelantó.

El Provincia de Buenos Aires volvió a consagrar a un potrillo de temple y a una dupla que, cuando se junta, suele dejar huella. Sono Perfetto fue, otra vez, el espejo donde se reflejan el trabajo, la confianza y la pasión de dos protagonistas que entienden el turf desde adentro, y que volvieron a unirse para demostrar que las buenas sociedades, funcionan.