Tarea cumplida: Ignacio Correas bajó la persiana con Sarawak Rim en el Distaff de Del Mar

El entrenador argentino se retiró tras el séptimo puesto de la yegua argentina, y ahora regresará al país después de 24 años

Ignacio Correas (h.) regresará a la Argentina la próxima semana / KEENELAND

DEL MAR, California (De un enviado especial).- Con la presentación de Sarawak Rim (Remote) en el Breeders’ Cup Distaff (G1) del sábado en Del Mar, Ignacio Correas (h.) puso punto final a una trayectoria que se extendió por más de dos décadas en los Estados Unidos. La yegua argentina, criada por el Haras Firmamento y defensora de los colores de los Difranco y los propios de Juan Carlos Bagó, terminó séptima, pero la actuación estuvo lejos de dejar sabor amargo.

“Sí, estoy contento la yegua, corrió bien. Con la forma en que quedó no sé si se podía esperar mucho más, pero lo que hablé con Irad -Ortíz Jr., el jockey- y lo que yo vi en la carrera, sobre todo cómo terminó, corriendo. Creo que tiene un muy buen futuro por delante. Ojalá que sea por los Difranco, por Firmamento, que hacen tanto por las carreras. Juan Saldivia hizo un muy buen trabajo y esperemos que todo siga bien”, contó Correas apenas unos minutos después de la carrera, con la serenidad de quien sabe que cumplió con creces.

El entrenador argentino, radicado en los Estados Unidos desde hace 24 años, confirmó que regresará al país a mediados de noviembre para comenzar una nueva etapa, alejado de la rutina de las pistas pero, como él mismo reconoce, nunca lejos del caballo de carrera.

“Si te digo que me saco una mochila es un disparate -contó entre sonrisas-. Esto fue lo que hice toda mi vida, por lo que peleé toda mi vida, y el sacrificio de mi familia para poder hacerlo. No es una mochila que me saco, al contrario: es una mochila llena de recuerdos, de gente a la que quiero mucho, que me abrió su casa, que me dio su cariño. Estoy muy agradecido por todo.”

Aunque asegura que no tiene intenciones de volver a entrenar, también admite que el turf tiene una forma especial de no dejar ir del todo a quienes lo aman.

“No, no entrenar, eso no. Pero siempre junto al caballo de carrera, mientras me dejen. No hay chance de volver, no creo que vuelva a entrenar. Es una etapa que pasó, que quise mucho, admiro a los que lo hacen, los respeto. Cada uno elige la forma en que termina su carrera. Yo la elegí, probablemente no de la forma más normal, pero es lo que le debía sobre todo a mi mujer, Marina.”

Con el humor que nunca le falta, Correas cerró su última entrevista como entrenador con una sonrisa: “Y los amigos que se preparen para muchos asados y muchas comidas… esperemos que paguen ellos, porque ahora yo no trabajo más".